Las parejitas, los borrachines… por ir con la maña, los policías dejan en paz a sus anteriores víctimas,en Mty

 Las parejitas, los borrachines… por ir con la maña, los policías dejan en paz a sus anteriores víctimas…en Mty

Hace ocho años, antes de la irrupción del crimen organizado en Nuevo León, las barandillas de las policías municipales estaban abarrotadas en fin de semana…

El borrachito que orinó en la banqueta… el marido que golpeó a la mujer, sin causarle heridas que tardasen más de 15 días en sanar… la parejita que fue sorprendida medio desnuda adentro del carro o en la plaza…

El borrachín escandaloso ya no aparece tras las rejas, tampoco la vecina que fue a gritarle sus verdades a su rival en amores.

¿Qué ocurre?… ¿Acaso los ciudadanos comenzamos a portarnos bien?

O existe otra vertiente más peligrosa…

“Puede ser que ahora los policías ya no buscan a estas gentes infractoras del reglamento, porque antes, todo eso les dejaba algunas ganancias; le sacaban los 100 pesos a la parejita… al borracho.

“Pero también, esas mismas personas, cuando eran detenidas significaban entradas de hasta 100 mil pesos por fin de semana al Municipio, nada más por aplicar multas por faltas al reglamento de policía y buen gobierno”, dice el Oficial Leos, un viejo policía que conoce bien a fondo las estructuras de lo que alguna vez, fueron los guardianes del orden.

Hoy, en un recorrido por las diferentes celdas municipales, encontramos que ya ni siquiera aparecen los conductores ebrios, que hace varios años poblaban las demarcaciones al cambiar el reglamento, y aplicar cárcel a esa clase de infractores.

En Apodaca había solamente dos detenidos… uno a petición de su esposa, ya que llegó ebrio a casa y salió con un bote de gasolina dispuesto a quemarla.

El otro es un indigente al que reportaron los vecinos, simplemente porque les daba miedo.

San Nicolás estaba vacío de infractores, solamente personas sujetas a proceso en diferentes juzgados.

Monterrey solamente presentaba a seis detenidos, todos ellos por petición de sus mujeres, excepto uno por golpear a su hermano.

Ciudad Guadalupe no tenía personas detenidos por faltas administrativas, tampoco Santa Catarina y San Pedro mucho menos.

Entre sombras, la comandancia del Municipio de García luce solitaria.

“No hay detenidos… ni siquiera policías”, dice un oficial, mitad en serio, y mitad en broma.

EL CRIMEN CAMBIÓ TODO

El oficial Leos indica que por varias razones los policías ya no capturan a gente en los carros o en las plazas.

“Yo he sabido de algunos que se llevaron el susto de su vida, policías buenos… que no trabajan para la maña y que andaban en la pizcacha en las plazas públicas.

“A uno de apellido Tello, no te voy a decir de qué municipio, le sacaron tremendo pistolón cuando fue a tratar de sacarle un billete a una parejita que estaba agasajándose feo…

“El tipo era un maleante, vendedor de droga y no quería que lo molestaran”, apunta.

Otra de las razones, es que antes lograban sacar los 300 ó 400 pesos diarios en la pepena, dice Leos, pero ahora sacan 10 veces más en sus tareas delictivas, cuando pastorean a maleantes menores.

“Ahora, como trabajadores de la maña, o como mañosos, sacan más… así que no les interesa sacar una pizcachita que es insignificante”, refiere.

Y la otra, es que en serio, “Nos estamos portando mejor… la gente ya no se emborracha en la calle; ya le da miedo andar en lo oscurito en el carro con la muchacha, porque hay historias de mañosos que llegan, te la quitan y la violan… las muchachas ya no se dejan llevar a lo oscurito”, señala.

LA MINISTERIAL

En otros tiempos, llegar como reportero a la Policía Judicial (Ministerial) significaba llegar a pedir “el libro” de los detenidos, en donde aparecían hasta 35 personas capturadas con orden de aprehensión, o como posibles responsables de un delito.

“Entonces llegan los reporteros y escogían de entre toda esa lista aquellos que les interesaban para publicar…ahora hay detenidos cada cuatro o cinco días”, señala.

Hecho en la vieja escuela, el oficial Leos, cuyo postrer empleo fue en San Nicolás, dice que los anteriores judiciales, sin estudios profesionales, presentaban más trabajos que los actuales profesionistas, hechos en la disciplina científica.

“Todavía hasta el 2003, la consigna era llevar detenidos a las jefaturas y se hacían operativos contra pandilleros, entre semana había de diez a veinte detenidos diarios, y de viernes a domingo, allegaban a las celdas de 150 a 200 detenidos por cometer faltas al Reglamento de Policía y Buen Gobierno.

“Era tanta la chamba, que en Guadalupe se ampliaron las celdas y había fines de semana que hasta 400 detenidos llevaban a la barandilla, sobre todos al celebrarse bailes masivos o las fiestas de la Expo”, recuerda Leos.
EL PRECIO

Leos lamenta lo que ocurre con muchos policías inexpertos que se dejan cooptar por el crimen organizado.

“Mira, los viejos policías acababan jubilados, tranquilos… sacar el chivito extra bolseando borrachos o con los meones de la calle, era cosa que cada quien escogía hacer o no hacer.

“Pero todos llegábamos a viejos, ahora mira nada más, cuántos están ahora en los panteones… o en penal”, señala.

En dos semanas, 70 oficiales de Pesquería, Zuazua, Sabinas Hidalgo y Santa Catarina, fueron capturados por las fuerzas federales por nexos con el crimen.

Peor ha sido para 77 oficiales que han sido ejecutados…

“No era bueno que bolsearan borrachitos, pero yo preferiría ahora mismo a esos policías, que a estos delincuentes… mi reconocimiento para los que se mantienen como buenos oficiales, que no son pocos”, advierte.

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